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Lunes, 6 de Enero del 2025

LA CRUZ DE YAMPA: Un destino imperdible para enduristas y aventureros

LA CRUZ DE YAMPA: Un destino imperdible para enduristas y aventureros

 

Si sos amante del enduro y las travesías en moto, este artículo es para vos. En las altas cumbres de Raco, Tucumán, existe un lugar cargado de historia y mística: La Cruz de Yampa. Este rincón, accesible solo a caballo o en moto de enduro, no solo es un desafío para los motores y corazones aventureros, sino también un homenaje a la valentía y el amor eterno de Don Mercedes Yampa.

Mercedes Yampa era un mozo nacido en las comunidades indias de Amaicha del Valle. Hombre curtido por los vientos y las alturas, había traginado los cerros y valles de su tierra natal cazando vicuñas y guanacos, conociendo como pocos los caminos del Cerro bayo, Ampimpa, la Laguna de los Coyas y otros predios calchaquíes. Con esta experiencia, las serranías de Raco parecían un terreno sencillo para él, pero en la cordillera, como decía la gente del lugar, todo puede cambiar en un instante.

Una tarde, después de recibir la tarea de llevar un mensaje urgente al puesto de la Ollada, Mercedes partió confiado. Se le advirtió que si el clima se tornaba peligroso, debería quedarse en la Hoyada hasta que las condiciones mejoraran. Cumplió con su encargo y, a pesar de las recomendaciones, decidió regresar esa misma noche. Tenía una razón poderosa para hacerlo: el Amor.

En la Cumbre Chica lo esperaba la moza que había robado su corazón. Su plan era volver pronto, ver a la mujer que amaba y cumplir su promesa de comenzar una vida juntos. Pero el clima de las cumbres, tan impredecible como implacable, se cerró en un manto de niebla helada mientras Mercedes avanzaba cuesta arriba.

Dicen que los paisanos de la Hoyada lo vieron partir, confiado, ajustando la cincha de su mula parda y protegido por su poncho. En su mente, el amor iluminaba las sendas, haciéndolo avanzar hacia un destino incierto. La niebla lo envolvió, y con ella llegó el helado aliento de la fatalidad.

Cuentan que, como es costumbre, al alcanzar el repecho de una loma, Mercedes habría mirado hacia atrás para dar un último saludo al paisaje y a los que quedaban abajo. Pero fue la última vez que lo vieron. Su cuerpo y el de su fiel mula fueron encontrados días después, cuando el clima finalmente amainó. Desde entonces, las alturas de Raco guardan su memoria.


Esta historia, relatada por el legendario don Atahualpa Yupanqui, quien vivió durante muchos años en Raco, mantuvo viva la memoria de Mercedes Yampa, quien enfrentó el desafío de la montaña movido por el amor. Su relato nos conecta con las raíces y la mística de los paisajes tucumanos.

La Cruz de Yampa, erigida en su honor, se convirtió en un punto de peregrinación para aventureros y soñadores que buscan conectar con la historia y el paisaje que tanto significó para este hombre. La senda hacia este lugar es muy conocida por los enduristas tucumanos y un destino accesible para entusiastas de cualquier lado, debido a que Raco está muy cerca de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Cada viaje en moto de enduro hacia este lugar no es solo una travesía física, sino también un homenaje al espíritu de Mercedes Yampa: un espíritu de amor, coraje y pasión por la vida.

¡Si te animás, poné a prueba tu corazón y tu motor para descubrir la Cruz de Yampa! Pero no olvidés que la montaña siempre tiene la última palabra.